viernes, 14 de septiembre de 2012

Fuiste

Fui tu táctica de Grease,
la respuesta a tu pregunta,
tu doble o nada.
Fui la causa de tu sonrisa,
la sombra de tu horizonte, tu chispa helada.
Un beso, un moratón,
una caricia, un mordisco.
La caja de pandora de tus pasiones
y el punto sobre la i de tus razones.
Tú me elevas.

domingo, 29 de enero de 2012

ni contigo, ni sin ti.

Me quito los anillos y los dejo encima de la mesa; cuando me doy cuenta de que los llevo me molestan. Y basta un gesto tan sencillo como este para que vuelva el tú de siempre, el de antes, el que siempre está conmigo. A veces despierto, a veces dormido. ¿Qué haces tú? Coges uno, el de madera, siempre eliges el más grande, el anillo que me pongo siempre en el mismo dedo. El que me pongo en el dedo anular derecho. Y coges y te lo pones en el dedo pequeño de tu mano izquierda. Sigues hablando mientras todos te escuchan, pero yo no. Yo estoy pendiente de hasta qué metatarsiano te llega mi anillo. Y como siempre no supera la segunda articulación. Allí se queda. Mis anillos no te caben, tus manos son demasiado grandes. Pero no sé por qué te empeñas, porque no caben y no lo han hecho nunca... Recuerdo que una vez, la primera vez que lo intentaste, incluso llevaste el anillo puesto un buen rato porque no te lo podías quitar. Y al final lo conseguimos, pero se había abierto una brecha. Y desde entonces lo llevaba puesto, pero si lo miraba y veía la brecha, inevitablemente pensaba en ti. Y a mí me basta eso para que me vuelva la tontería. Nuestra tontería, que por lo visto, según dicen las malas lenguas, tú y yo tenemos una tontería. Desde siempre. Primera novedad.
Cuatro años han pasado desde la última vez, más de nueve desde la primera. La verdad es que no logro entender qué es lo que me ocurre, y sea lo que sea, no me gusta nada. Me huelo que es lo de siempre, y no me interesa que surja otra vez. No quiero ni pensarlo. Demasiado daño nos hemos hecho el uno al otro, demasiado hemos sufrido ya. He llorado mucho por ti, pero creo que lo más importante es que aún soy capaz de sonreir por ti. Tú no querías... tú sabes que yo tampoco. Quizás nuestro error fue intentarlo siempre en el momento equivocado, pero qué más da, eso ahora no viene a cuento...
Vas a venir. Me apetece verte, saber qué tal te va todo. Me gusta verte. Porque al verte sé que todavía sigues allí. Es la historia de unos chicos que venían de mundos distintos, pero crecieron juntos. Crecieron juntos y luego sus caminos tomaron rumbos distintos. Aún así, supimos hacer altos en el camino para reunirnos una y otra vez. Nunca menguó el entusiasmo. Nuestras vidas siempre han ido cambiando, y a medida que han cambiado se han ido alejando. Pero algo mágico sucede cuando estamos juntos. Volvemos a ser los niños que fuimos. No existe distancia física o mental entre nuestras vidas. Y contigo ocurre algo parecido. 
Puedo observarte porque estás a mi lado, hablando, y yo estoy pasmada cavilando... Tú... me miras... y yo... no puedo pensar en nada más que lo importante que eres para mí. Piénsalo: contigo he crecido. Ya no se me pasa por la cabeza nada que no seas tú. Ya no espero encontrarme con nadie más. Y yo... hay veces que no te puedo ni mirar... no vaya a ser que me pase de quererte. Yo no te quiero cansar. Si tienes que cargar conmigo hazlo porque quieres, porque te apetece, que yo quiero estar contigo para siempre. No me quiero encontrar solo. Ni mañana, ni más allá. Porque sabes que solo naces, y solo te vas. Y no hace falta que hagas nada, que ya lo haces todo. Tócame como tu sabes, nunca nadie supo hacerlo tan bien. Y haz que el tiempo vuele, que tenga el mundo entero, quiero dejar ya de imaginar sueños que sé que no volverán...

martes, 27 de septiembre de 2011

Coge, y se va sola. Se ha puesto el biquini de rayas que tanto le gusta, que han dicho en el telediario que hoy iba a hacer bueno y ha decidido ir a dar una vuelta. Sale del portal y se para. Parece un día como cualquier otro, ha amanecido pronto, el campanario ha tocado las ocho y los puestos del mercado se han puesto en marcha. La gente ya ha hecho la compra, ya ha leído el periódico, no son horas de desayunar pero se va al bar de la esquina a tomarse un zumo y un croissant delicioso. El chico que trabaja allí es gracioso. Siempre que va, es muy amable y además, es mono. La repostería está lista y la fruta recién exprimida. Agarra un National Geographic que ve por ahí y va a sentarse a la terraza. Le gusta observar la gente pasar, ver sus caras, escuchar lo que dicen, contemplar lo que le rodea como si fuera un simple espectador. 
Se levanta, y tira hacia la playa. Cruza ese paseo, ese en el que echó las primeras pedaleadas en bici, ese en el que comió sus primeros helados Frigo, ese que se ha recorrido tantas y tantas veces con tantas y tantas personas importantes de su vida. 


Hoy se tumbará cerca del socorrista, que el de hoy parece majo, estirará cuidadosamente su toalla, dejara su bolsa de playa y se quitará el vestido a conciencia de que todo el mundo de a 5m. la redonda la estará mirando. Se recogerá el pelo, y se tambaleará unos pasos hasta llegar al agua. Primero se mojará los dedos de los pies. Y seguramente, la encontrará tan fría, que retrocederá un poco para evitar la ola siguiente. Respirará hondo, y entrará con paso firme, cogerá aire y se zambullirá. Sólo aquellos más valientes, los que deciden meterse dentro, son los que logran saborear esa estúpida sensación de felicidad. 

sábado, 3 de septiembre de 2011


Soudain, ce jeune homme obstiné se dit qu'il y va, et il y va.
Il s'arrache au sable et se met debout une fois encore, la main droite crispée sur l'abomination qui souille son polo blanc.
Aussi loin qu'il peut voir, malgré la sueur qui coule de son front et l'aveugle -ou ce sont des larmes de fatigue-, la plage est vide et l'océan.
C'est l'heure, en fin d'après-midi, où le soleil est rond et rouge au dessus de l'horizon, où il ne reste sur le sable qu'un balon d'enfant oublié, rouge lui aussi, comme est rouge la tache sur le polo blanc... Oui, et le soleil rouge se couche entre les eaux oranges de l'océan, et le ballon d'enfant rouge bouge sur le sable grâce à un doux courant d'air, et la tache sur le polo blanc se promène au rythme du coeur de l'homme obstiné, qui se dit qu'il y va, et il y va.

jueves, 25 de agosto de 2011

pasa. y pisa fuerte. grita a lo más, levanta la cabeza y sé tu mismo. siente lo que tocas, escucha lo que oyes, observa lo que miras. respira lo que hueles. aprieta fuerte mi mano, no la sueltes. dame un achuchón y déjame contar tus latidos. intúyeme, acércate, háblame, sonríeme, bésame, víveme, pero no me quieras. tú sólo vuela, vuela alto y libre, por el cielo, en lo alto, con las nubes, con el sol. con las estrellas...

recuerda este momento y luego... luego ya veremos.

ella era una de aquellas personas que no te dejan indiferente. era todo cordura, divertida, curiosa, pero sobre todo, era bonita. sonreía todo el tiempo... y era una soñadora. soñaba todo el tiempo en historias felices que le llenaban el cuerpo de ilusión y los ojos de lágrimas. le palpitaba tanto el corazón, que a veces se asustaba. pero esos golpes dentro del pecho, esos latidos, no eran más que sus ganas inmensas de vivir. y un día, sus ojos se clavaron en una belleza, la belleza de alguien que poseía a la gente con colores, empapaba a los demás de alegría... y les quitaba la vida. ella cayó. se convirtió en una de esas sirenas de pelo largo y pupilas brillantes, piernas largas y manos calientes. y esperaba. esperaba encontrar la esencia de esa belleza que tanto la cautivó. y pasaban los años, los días, los segundos, y ella aun esperaba. pero la verdad es que nada cambiaba. a pesar de eso supo esperar más. y de tanto esperar, comprendió que el tiempo pasaba y nada sucedía. dio su vida por aquello que la fascinaba y olvidó que era ella la que fascinaba a los demás con su sonrisa, su luz, sus esperanzas, su mundo, sus historias... aquellas historias que le impedían acostarse por las noches y que la guiaban por su camino. Llegó a un cruce: a la derecha, el abismo, con cantos mágicos y sirenas con melena de fuego, a la izquierda, las estrellas... Fueron estas nuevas bellezas, fueron ellas que la encandilaron... y por ahí encontró los pasos que había dibujado para sí misma, para cuando quisiera ser feliz...

VERTE AMANECER - Dorian

Para qué creer en ti, si tú no crees en nosotros. Llevaba tanto tiempo buscándote que me perdí sin querer. Yo que encontré mi lugar en el color de tus ojos. En el fondo todo lo que quiero yo es.. soplar la sal cristalizada en tu piel dorándose a la luz de lorenzo. Pasar la yema de mi dedo por tu mejilla rasposa. Hundir la mano entre tus rizos. Chocar con tus labios para que se peleen con los míos. Fluir contigo en un mar de sudores de placer. Untar tu lengua en chocolate y comérmela a mordiscos. Observar las luces de la ciudad mientras la droga se expande por nuestras venas. Agotar los sueños y perseguir el tiempo. Entre olas que vienen y van, que nos permiten dejarnos llevar... En el fondo todo lo que quiero yo es.. VERTE AMANECER.